lunes, 22 de octubre de 2012



Posturas éticas ante la eutanasia


Respecto a la eutanasia podríamos clasificar las posturas en tres grupos, dos de ellas son extremistas. Por un lado encontramos el llamado biologismo o vitalismo y por el otro el elitismo, la tercera postura que podríamos decir de equilibro es el humanismo.

  • El Biologismo
es una postura enraizada en una idolatría de la vida, ve la muerte como un mal absoluto y sin mitigaciones y a la vida como un bien absoluto, un medico que participa de esta postura hará el máximo esfuerzo posible para preservar y prolongar la vida biológica del enfermo pudiendo llegar al encarnizamiento terapéutico prolongando la lucha por la vida del paciente hasta situaciones irracionales
Otro aspecto por el cual se puede caer en el encarnizamiento terapéutico es la postura que, para dejar de aplicar tratamientos extraordinarios para mantener biológicamente vivo al paciente requiere imprescindiblemente de la decisión firme, racional e informada del paciente, esta decisión no se podría dar en pacientes tratado con narcóticos, con grandes dolores y afectado por las consecuencias tóxicas de la enfermedad, esta ultima postura no esta enraizada en la idolatría de la vida física sino en un sumo respecto hacia la voluntad del paciente, lo que en la practica puede llevar a que no haya un paciente terminal capaz de decidir sobre su tratamiento en las condiciones de absoluta autonomía exigida.

  • El Elitismo
En el extremo contrario estaría la postura elitista caracterizada por la distinción entre “personalidad” y “humanidad biológica”, que lleva a sus representantes a diferenciar entre persona humana real y ser solo biológicamente humano, esta postura indica que debemos juzgar la calidad de cada vida y preservar solo las que son suficientemente valiosas, es decir, las que son suficientemente “personas”.

Las consecuencias de todo ello es distinguir a pacientes biológicamente humanos vivos, que son personas, de los que no tiene ese carácter personal, así por ejemplo, se les prohibe reproducirse a los que son genéticamente inferiores según sus criterios de desempeño,

Los defensores de la postura elitista defienden la eutanasia activa en niños deficientes, coinciden en afirmar que puede quitarse la vida a seres humanos cuya existencia es frustrante o constituyen una carga, ya que se les niega el carácter personal y no se le reconoce la existencia a unos derechos o un estatus moral.



  • El Humanismo

La otra postura ética es el humanismo, que entiende que la vida es un valor importante, y que constituye intrínsecamente un bien inestimable, que su valor no depende de su perfección o productividad ni de consideraciones sociales o extrínsecas, toda vida de un paciente es un bien aunque sea una vida limitada y sin utilidad, pero que la vida no es un bien absoluto ya que existen valores que pueden equipararse o incluso superar aquella y por consiguiente no debe prolongarse en cualquier circunstancia y a cualquier precio.

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